A las 3 de la tarde me metí en el coche dirección Nienburg en Alemania. Había prometido a mi amiga Barbara que iría a verla. Así que me imprimí la ruta, preparé mi mochila y a la carretera.
Llegar a la frontera fue fácil. Una vez en Alemania un infierno, todo cortado y me pasé una hora en un atasco de muerte. Empezó a oscurecer y comencé a ponerme nerviosa. En algún punto debí hacer un mal giro y no encontraba la ruta. En Alemania deben ahorrar un huevo en alumbrado de las calles porque no se veía un carajo y claro entender, entender, tampoco la verdad. Al final decidí preguntar en una gasolinera. La chica muy amable me supo indicar cómo llegar al freaking Nienburg. A las 10 de la noche veía a Barbarita muerta de frío esprándome en la calle con cara de dónde estabas???
Pasamos un finde muy bueno. Estiuvimos de compras en Hanover y luego comimos en un restaurante Italiano (dónde por cierto nos debieron dar algo en la estado porque pasamos una noche no muy buena). El Domingo estuvimos paseando por Nienburg. Nos reimos muchísmo. Por suerte Barbarita está tan loca como yo. Verdad Paquita? Muy lindo pero no hay nada. Es un pueblito muy chiquito. Un embole. Me fui a la una y de nuevo un giro errado y me fuí a los caños. ¿Por qué no imprimí el camino de vuelta? Mientras puteaba y me llamaba pelotuda vi un cartel dirección Hanover. Mi salvación, ya me veía durmiendo en mitad de la ruta cagada de frío. Inexplicable la emoción cuando vi Venlo y pasé la frontera. Lo conseguí y sin mapita. Ya me gustaría que cierto ex novio que decía que las mujeres no sabemos encontrar nada en los mapas me viera en esta.
