Mirando atrás

Muchas veces escuché que la vida es cambio. Y estoy de acuerdo, aunque me costó lo mío reconocerlo. Tantos años pasé resistiéndome a cambiar por miedo a no ser suficientemente buena, lista o linda...

Agarrate que vienen olas.

Como si eso ayudara lo más mínimo. La vida solita se encarga de dicirte una y mil veces por ahi no, que no vas bien. Pero nosotros sordelis, que no queremos hacer caso a las señales.

Mi cambio importante comenzó en Julio de 2004 en un viaje que hicimos con mi vieja a Sicilia. Qué isla tan hermosa. Creo que no vi nada tan lindo en mi vida. Bueno miento, vi muchos lugares hermosos, pero Sicilia es especial. Y si no me creen miren que belleza... esa foto está tomada en Taormina en los Giardini.

Fue ahí dónde supe que debía romper con todo. Que lo que tenía en ese momento en mi vida no me era para mi, no me hacía feliz.

Así que a la vuelta, mandé todo al carajo y claro me encontré de nuevo viviendo en casa de papá y con un montón de cachibaches en el sotano. Empezandode nuevo. Fue en Octubre de ese mismo año cuando alguien me recordó todas aquellas cosas que yo siempre quise hacer. Fue algo muy mágico... y ese es uno de los motivos por los que hoy me encuentro en Eindhoven, intentando seguir a mi alma que imagino que busca lo mismo que todas las almas, ser feliz.

Ya casi un año

Parace mentira como pasa el tiempo. El 8 de Febrero del año pasado comenzaba mi viaje hacia lo desconocido. Aún recuerdo mi cara cuando Henri me dijo si me quería vivir con él. En Holanda! Con el coche lleno de cosas (qué raro,¿ no?) partía desde Madrid hacia Eindhoven.
Recuerdo a mamá con cara triste y a papá saludándome con la mano y haciendo el payaso para intentar no llorar. Y yo, con lo llorona que soy, en cuanto arrancamos el coche y los ví por el espejo retrovisor me brotó el llanto.

Algo se rompió en mi ese día. Aunque feliz de vivir con mi amor y emocionada con la posibilidad de descubrir mundo, sabía que este viaje no tenía retorno. O al menos inmediato. Y la verdad estaba un poco asustada. ¿Me adaptaría fácilmente? ¿me gustaría Eindhoven? ¿entenderé algo cuánto me hablen? ¿irá bien mi relación con él?


Por si les interesa saber aún sigo adaptándome, no entiendo demasiado (aunque estoy trabajando en ello como diría cierto político que no goza de mi especial simpatía) y si, me gusta este pueblito grande.