Tuesday, December 23, 2008

Reencuentro con Tia Rita



Hace unos días charlaba con Pablo sobre cómo la vida te sorprende con algo que supera los momentos ya vividos. Es cierto...

Gracias a mi querido Henri, quien hizo posible el reencuentro y a un accidente laboral que me tuvo fuera del trabajo un tiempo, se produjo el encuentro. Hacía más de 15 años que no veía a la Tía Rita.

Fue algo mágico, mi vieja, mi tía y yo, paseando por las calles de Madrid que estaba hermosa. Qué despliegue de medios. Todas las calles del centro engalanadas con las mejores y más brillantes luces. Qué preciosidad!!





Disfrutando del ambiente navideño (véase foto con gorrito de reno)



Visitando el mercadito navideño de la Plaza Mayor



Chusmeando por las tiendas de Serrano y charlando, charlando y charlando sin parar. Mi tía, que es nuestra memoria histórica, se acordaba de millones de anécdotas. Y mi mamá que la memoria no es su fuerte...

Mi tía le decía a mi vieja: 'Lucy, te acordás de cuándo...?" Y mi vieja respondía: "no, no me acuerdo, estás segura?" y nos entraba un ataque de risa...


Con el paseo de la Castellana ( atrás museo del Prado) adornado para Navidad



Con el típico billete ganador de la lotería





Sin duda, otro de mis sueños cumplidos. GRACIAS a los que lo han hecho posible. Y a mamá y a la tía, por el apoyo y cariño de siempre. Las adoro!!

La primera nevada del 2008




Hacía un frío memorable, de esos que no recordaba desde que viene a vivir a Holanda. Unos días atrás le había comentado a Henri que tenía pinta de nevar.

Y me dijo, qué va! Si no hace nada de frío. Aquí hace mucho más... y entonces me cuenta la famosa historia de los canadienses que vienen a Holanda y no agunatan el clima. Con la humedad se mueren... Me encantan sus historias...

Me hace gracia porque viví en Canadá hace muchos años y me acuerdo de los dos metros de nieve, de tener que sacar con pala la nieve cada día de la puerta, de los 25 grados bajo cero... y es cierto que la humedad es terrible y con frío peor,pero por suerte no llega la sangre al río y la nevada dura lo mismo que un chocolate en la puerta de una escuela.

En fin, que no me enrollo y sigo contando. Emperó a nevar y pasaba el tiempo y no paraba. Increible. 10 centímetros de nieve!!!!





Como yo tengo alma de reportera, aquí tengo las fotos que prueban el aconteciemiento. Hassta Nina estaba como un muñeco navideño.



Hubo paseito por la nieve, guerra de bolas de nieve (incluída Nina y algún vecino).

Por cierto, fuí la absoluta campeona después de inmovilizar al contrario, Henri, con una revés en su oído malo, su punto debil. Claro que él no se quedó atrás y con premeditación y un poquito de mala leche, me tiró una en plena cara y además remató el golpe arañándome en la mejilla (por si fuera poco)

... desde luego qué mal perdedor).



Foto nuestra antes de la batalla, no hay ni que decirlo por las caras de contentos...